Corrientes tens contraindicaciones
Modalidades de fisioterapia
La terapia interferencial es uno de los tipos de electroterapia utilizados para tratar el dolor. El principio de la terapia interferencial consiste en hacer que dos corrientes de frecuencia media de frecuencias ligeramente diferentes interfieran entre sí. Por ejemplo, si el circuito A lleva una corriente con una frecuencia de 4000 Hz y el circuito B lleva una corriente con una frecuencia de 3980 Hz, entonces la baja frecuencia producida será de 20 Hz y esta frecuencia es muy útil en la modulación del dolor. Una nueva corriente de baja frecuencia conocida como frecuencia de batido es igual a la diferencia de frecuencias entre las dos corrientes de frecuencia media producidas en los tejidos en el punto donde se cruzan las dos corrientes.Se utiliza básicamente para el tratamiento de dolores crónicos, postraumáticos y postquirúrgicos. El principio básico implica la utilización de efectos de bajas frecuencias (<250pps) sin efectos secundarios dolorosos o desagradables. La mayor ventaja de la IFT es que produce efectos en el tejido, exactamente donde se requieren sin estimulación cutánea innecesaria e incómoda. Esta técnica se utiliza ampliamente para provocar la contracción muscular, promover la cicatrización y reducir el edema.
¿Cuáles son las 3 contraindicaciones de la estimulación eléctrica?
El embarazo, la epilepsia y el marcapasos son contraindicaciones para la TENS. Esta actividad describe las indicaciones, contraindicaciones e importancia clínica de la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea y destaca el papel del equipo interprofesional en el tratamiento del dolor.
¿Cuáles son las contraindicaciones de la electroterapia?
Contraindicaciones Tratamiento del dolor
Este dispositivo no debe utilizarse en pacientes con marcapasos cardíacos a demanda. Este dispositivo no debe utilizarse sobre lesiones cancerosas. Deben evitarse las colocaciones de electrodos que apliquen corriente a la región del seno carotídeo (parte anterior del cuello).
Fisiopedia
Las modalidades son agentes físicos que se utilizan para producir un cambio terapéutico en los tejidos.1 Estos agentes se suelen utilizar junto con un plan de tratamiento integral. Su uso comienza con la prescripción de una modalidad (Tabla 76-1). A continuación, se utiliza la prescripción para seguir con la aplicación de las modalidades específicas. En este capítulo se analizarán dichas modalidades, su fisiología, aplicaciones y pruebas de su uso.
Existen varias modalidades de terapia de calor que se utilizan actualmente en la práctica. Incluyen tipos de calentamiento superficial y profundo. Los tipos superficiales más utilizados son las almohadillas térmicas, las bolsas térmicas, la fluidoterapia y los baños de parafina. Las modalidades de calentamiento profundo son los ultrasonidos, la diatermia de onda corta y la diatermia por microondas.
Fisiológicamente, el calor produce beneficios terapéuticos en el organismo a través de diversos efectos. El calor provoca vasodilatación en las arteriolas y los sistemas venosos, lo que aumenta el flujo sanguíneo hacia y desde el lugar de la lesión. Se observa un ligero aumento de la velocidad de conducción nerviosa, lo que puede contribuir a la reeducación de la propiocepción tras una lesión. Se ha observado un aumento de la extensibilidad de los músculos y tendones, así como una mejora de la rigidez articular. Por último, la termoterapia produce analgesia.1 Las indicaciones generales se tratan en el texto y las contraindicaciones se enumeran en el cuadro 76-2.
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea Tens
El cerclaje es un alambre que se utiliza para rodear un hueso. El alambre de cerclaje suele utilizarse para proporcionar compresión interfragmentaria de forma similar a la de los tornillos interfragmentarios, y resulta útil en situaciones en las que el espacio es limitado y la aplicación de tornillos resultaría difícil, o cuando no se dispone de tornillos del tipo o tamaño adecuados. Se ha demostrado que los alambres de cerclaje aplicados correctamente no interfieren con el suministro de sangre al hueso,1,2 y pueden utilizarse tanto en animales inmaduros como maduros.3,4 Los tipos de aplicación del alambre de cerclaje incluyen el cerclaje completo, en el que el alambre rodea completamente un cilindro completo de hueso, y el hemicerclaje, en el que el alambre se pasa a través de uno o varios orificios perforados en el hueso.
Puede hacerse una excepción a la regla del alambre de cerclaje único para huesos largos si la intención es evitar que una fractura fisaria no desplazada se propague o fracture aún más durante la manipulación de los extremos de la fractura durante la reducción abierta (figura 49-2).
El alambre de cerclaje está fabricado con acero inoxidable 316L relativamente blando (normalmente recocido), disponible en bobinas, rollos o bucles preformados. Los tamaños de alambre de cerclaje que se suelen utilizar en perros y gatos incluyen los calibres 22, 20 y 18. En raras ocasiones, puede ser apropiado utilizar alambre de cerclaje en perros y gatos. En raras ocasiones, puede ser apropiado utilizar alambre de calibre 24 en pacientes muy pequeños y de calibre 16 en perros muy grandes. Un tipo especial de alambre de cerclaje, el cerclaje por cable, utiliza aleación de titanio trenzado de gran diámetro o acero inoxidable junto con un sistema de pinza especial. El cerclaje con cable está diseñado para su uso sobre prótesis totales de cadera o para la fijación de osteotomías trocantéricas en humanos. Se ha descrito el uso satisfactorio del cerclaje con cable tras la revisión total de cadera en el perro.8
Terapia láser de baja intensidad
Las lesiones musculoesqueléticas son frecuentes en los pacientes de medicina de familia, y entre ellas son comunes muchos trastornos de la articulación de la rodilla. La rodilla es la articulación más grande del cuerpo, y su posición expuesta la hace vulnerable a las lesiones durante las actividades atléticas.1,2 Aunque la fuerza, la flexibilidad y la técnica han sido históricamente componentes importantes del tratamiento de las lesiones de rodilla, el uso de rodilleras como complemento preventivo y terapéutico ha ganado atención recientemente.3,4 La aparición de lesiones de rodilla entre atletas de alto nivel y el marketing agresivo de las rodilleras por parte de los fabricantes también han contribuido al interés por el uso de las rodilleras. Como resultado, los pacientes pueden consultar a sus médicos de familia para obtener información precisa e imparcial sobre las rodilleras.
Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos,5 las rodilleras se clasifican en varias categorías: (1) profilácticas: ortesis destinadas a prevenir o reducir la gravedad de las lesiones de rodilla en deportes de contacto; (2) funcionales: ortesis diseñadas para proporcionar estabilidad a rodillas inestables; y (3) de rehabilitación: ortesis diseñadas para permitir un movimiento protegido y controlado durante la rehabilitación de rodillas lesionadas. Una cuarta categoría incluye las ortesis patelofemorales, diseñadas para mejorar la trayectoria de la rótula y aliviar el dolor anterior de rodilla.